Él es...especial.
Empieza siendo él mismo, afinado o desafinado, y acaba de la misma manera. Es como una camiseta sin estampar, que pega con todo y te hace sentir lleno el armario, aunque sólo cuelgue ella en el perchero. Es esa que cuando se te rompe o desgasta, te hace entristecer, porque aun siendo lisa, jamás volverás a encontrar una igual.
Siempre te va a sorprender y te va a alegrar el día. Cuando menos te lo esperes abrirá su boca y dejará volar el comentario, que por primera vez en las catorce horas que llevas despierta, consigue tersar tu ceño. Es la infusión, el candelabro y el gorrito con pompón de cada noche.
Persigue sus sueños inocentemente, con una red y como si fueran mariposas. No le importa si no puede llegar a ver aquella tan bonita que todo el mundo dice ver; él simplemente disfruta en el intento, y observa algunas que le llenan tanto o más de lo que lo haría la más bella.
Es un recurso infinito. Siempre tiene algo que regalar, y va a a tenerlo hasta el final. No te priva de nada, y se dobla siete veces con tal de poder ofrecerte una visita, una sonrisa o una palabra. Consigue arrancarte de cualquier mal, invitándote a llegar hasta donde él está esperándote, para que contemples el fuego de la hoguerita que ha preparado para ti.
Él es como la Luna. Un ser que te alumbra y te acompaña en cada noche, bellísimo, y que muy pocos tienen el placer de admirar su grandeza de cerca. Es una Luna, que pronto se rodeará de alguna estrella brillante, capaz de acceder a su lado oscuro, While his guitar gently weeps.
sábado, 8 de noviembre de 2008
Él es
Agradece su tiempo, Pez. . a las 21:13
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1 Comment:
Tu sí que te lo mereces todo pequeña Sandri :)
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