viernes, 6 de febrero de 2009

Incolora, inodora, inexistente


Vacío. Ni canicas ni entrañas, simplemente vacío.
Nada. Nada sobre sus manos; nada que ofrecer.

Sólo nada la soledad a favor del bruxismo que ha sustituído al latido de su corazón. Y demasiado humana, ya no es ni siquiera ser. Encarcelada en las placas de ateroma que hay entre el mundo y su existencia, no actúa porque Ella ni siquiera forma parte del verbo
ser. Por vivir ya ni muere; por hinchar sus pulmones ya ni siente. Por correr sufrió la perforación de su punto débil, a manos de la tribulación.

Quería perseverar en saltar las vallas insolentes que entorpecían el andar de sus piernas, y castigaban con balas sus ganas de todo. Buscaba en los socavones, hechos mano a mano entre sus torpezas e indecisiones, motivos con suficientes horas de gimnasio como para empujarla cuesta arriba sin que rodase de nuevo hacia abajo, como una pelota de bagatelas absurdas.

Redoblaba la hostilidad de puertas para dentro, y caían mundos de punta al cruzar la puerta y respirar el aire de la sierra de Madrid, que sólo imponía oquedad sobre la patria de sus entrañas. Ella andaba sobre cristales, en lugar de hacerlo sobre las baldosas amarillas, que cierto día le prometieron ciertas dieciocho primaveras cuando se introdujeron en su pequeña inmensidad. El camino no era más que aquella realidad que un buen día se vio agujereada por infinitos pedazos de vidrio, que saltaron del estallido se su alma.

El crisol de dientes que podría dejar asomar por su precipicio, en el cual se había despeñado una y mil veces, habíase convertido en la ceniza de un equilibrista emocional. Su piel había dejado de ser pálida como un recuerdo sin nombre, para colorearse de los matices de un desasosiego estrangulador.

Ella perdió su verdad; su etiqueta; su posición; su Ella. En el espacio en el que supuraba la herida de su corona de espinas sólo quedaba la baldía sombra de su consecución de inexistencias.

2 Comments:

Mitomante said...

Me ha gustado mucho este texto^^ veo que utilizas un simbolismo muy eaborados y muchas metaforas, eso es algo que mola bastante :p
Un saludo y sigue escribendo!

Óscar Sejas said...

Perder el rumbo no significa naufragar. Lo importante es encontrar fuerzas para agarrar nuevamente el timón.

Por más desengaños y cristales que haya en el camino, nadie podrá vencer nunca a la esperanza.

Un abrazo.

Estrellas que regalan su tiempo al Infinito